Las declaraciones no sólo envían un mensaje concreto al universo, mandan también un poderoso mensaje a tu subconciente.
Mi mundo interior crea mi mundo exterior.
Cada uno de nosotros disponemos de un patrón personal ya grabado en nuestro subconciente.
Los pendientes llevan a sentimientos, los sentimientos llevan a acciones, las acciones a resultados.
Las enseñanzas se convierte en condicionamiento, que a sí ves se transforma en reacciones automáticas, reacciones que luego te dirigen luego durante el resto de tu vida.
Tu condicionamiento pasado determina cada pensamiento que brota de tu mente.
Tu programación lleva a tus pensamientos, estos a tus sentimientos; tus sentimientos, a acciones, y tus acciones a tus resultados.
Cuando el subconciente debe elegir entre emociones profundamente arraigadas y la lógica, casi siempre ganan las primeras.
El primer elemento de cambio es la conciencia; no puedes cambiar algo a menos que conozcas su existencia.